12/02/2018

9 o 10

Llevo una semana dando vueltas, en verdad debería haber escrito esto hace días… pero esa sensación de irrealidad aún persiste. El día 1 de Febrero tuvimos visita de control en el hospital. Habían pasado tres semanas solo pero aun así estaba muy nerviosa. He de decir que todos los profesionales sanitarios que me he encontrado hasta ahora tienen un tacto y una amabilidad envidiables, un saber hacer… me siento a gusto siempre que voy, comprenden mi ansiedad y hacen lo posible por apaciguarla. De hecho tal como entré me preguntaron como me encontraba, yo les dije que muy nerviosa y aún no me había quitado la chaqueta que ya me estaban diciendo que me tumbara en la camilla y me bajara los pantalones.

Es increíble como crecen… lo que hacía tres semanas medía 6mm ese día estaba en casi 30mm. Su corazón latía y tenía aspecto de croqueta con lo que parecían extremidades muy cortitas. No se si me eché a llorar, aunque el momento es emocionante sigo estando en stand by. Me fijé en el ritmo del latido: era sin duda más acelerado que la ultima vez. Por el tamaño debía tener 10 semanas, una semana más de lo que habían calculado en la primera ecografia, así que en esta semana ya he hecho el análisis completo, el cribaje y el O’Sullivan. En dos días iremos a la ecografia del primer trimestre.

Está siendo muy raro, no dejo de pensar que en cualquier momento puede ir algo mal y no me estoy permitiendo sentir demasiado, estoy bloqueada pero aún así cada vez que voy al baño miro el papel pensando “por favor que no haya sangre” y cada dolor, a cada esfuerzo me preocupo por si le ha pasado algo. Solo quiero que las cosas vayan bien esta vez, irme con él o ella a casa y preocuparme solo de si tiene hambre, no de si hoy va a ser el último día juntos.

 

Es todo muy extraño. Tengo las hormonas descontroladas, siento alegría, tristeza, melancolía todo junto y si me río acabo llorando.
Solo quiero hacer un cuerpo perfecto esta vez, que no le falte de nada. Irme con él o ella a casa.