Ayer terminó la primera edición del curso sobre makerspaces que me han encargado para los profesionales de las bibliotecas catalanas. Fue en Tortosa y con un grupo formado por personas de distintos pueblos de Terres de l’Ebre (a muchas de ellas ya las conocía de otras experiencias anteriores de formación, por cierto).
El curso era de doce horas divididas en tres sesiones y el temario tratado ha sido bastante amplio, incluyendo una visión general, el comentario de un montón de ejemplos y también la presentación de todo tipo de posibles actividades, espacios, equipamentos y materiales.
La última parte fue totalmente práctica y estaba destinada a planificar entre todos un programa de actividades dentro del universo maker. Mi intención con ese ejercicio fue conseguir que los participantes se vieran en la tesitura de trasladar a la realidad todo lo que habíamos visto en el curso. Después de haberlo hecho cuentan con una propuesta práctica de actividades concretas y una lista detallada de materiales, equipamientos y otros elementos necesarios para hacerlas realidad (incluyendo una estimación preliminar de costes). Es decir, que el siguiente paso es simplemente ponerse en marcha y llevarlas a la realidad (por lo menos algunas de ellas). ¿Lo harán? Confío en que sí (esa era la intención), y espero tener pronto noticias de ello. 
El curso sigue con nuevas ediciones, las primeras de las cuales empiezan la próxima semana en Tarragona y Girona.
